Una puerta real hacia la historia Erigido en 1662/1691 a la entrada del Paseo del Peyrou, el Arco del Triunfo es un homenaje a Luis XIV: monumental, ricamente esculpido, con sus bajorrelieves e inscripciones latinas, es un emotivo símbolo del poder real. Clasificado como monumento histórico, este paso ofrece también una vista panorámica de 360° sobre la ciudad, las Cévennes y el Mediterráneo. Tanto de día como de noche, explore el monumento durante una visita guiada de la oficina de turismo.
Elegancia y aristocracia montpelliereña Construido a partir de 1715 por Jean Giral para Fulcran Limozin, el castillo de La Mogère combina una luminosa fachada de piedra local, mobiliario de época, decoraciones esculpidas y retratos históricos. Su parque se articula en torno a jardines franceses e ingleses, con fuentes, estatuas... Clasificado como monumento histórico desde 1945, hoy en día está abierto al público gracias al vizconde de Saporta, descendiente de la novena generación de la familia.
Conocida como «la plaza del huevo» por su forma ovoide, la plaza de la Comédie es uno de los espacios peatonales más amplios de Europa (aproximadamente 21 000 m²). Escenario de la vida cultural con la Ópera y rodeada de edificios haussmannianos, invita a pasear, ir de compras o disfrutar de un café en una terraza, a dos pasos del Grand Hôtel du Midi.
En el centro se encuentra la famosa fuente de las Tres Gracias, esculpida en 1790, auténtico símbolo de Montpellier, que representa a las diosas Aglaé, Eufrosina y Talía.
En el encantador centro histórico de Montpellier, este barrio peatonal típicamente medieval rebosa de un patrimonio excepcional, con callejuelas repletas de tiendas, restaurantes y galerías de arte... Continúe hacia el Arco del Triunfo, la Torre de la Babotte, el paseo del Peyrou y su acueducto, con vistas a las Cévennes. Visite la catedral de Saint-Pierre, el jardín botánico (1593) y explore el museo Fabre, la Panacée o el Pavillon Populaire para sumergirse en el arte.